Recibí una llamada de una joven muy angustiada por su vestido de graduación. Lo había pedido a Inglaterra, creyendo que eran las cuentas de plata lo que lo hacía tan brillante.  Sin embargo, cuando llegó no eran cuentas de plata, sino material de secuencia de plata. Odiaba la secuencia, por eso estaba tan emocionada de encontrar este vestido, así como también por qué estaba tan decepcionada cuando resultó ser algo que nunca usaría.

Cuando miré el vestido, sugerí ir por una ruta diferente. En lugar de tratar de eliminar la secuencia, rehicimos todo el corpiño, cortando un escote corazón de raso, bordando a medida y bordando a mano el diseño.

Unimos el corpiño a materiales de ilusión para darle más estabilidad y comodidad, para hacerlo un halter en el frente y agregando correas en la espalda. También ponemos deshuesado en el corpiño para darle un poco de forma.

¡Al final, estaba tan feliz con el vestido y se lo pasó genial en el baile de graduación con su cita!